domingo, 24 de enero de 2021

Dragones de España: Dragón de las piedras del Cardado (Jaén)

En Bailén existió una leyenda sobre un dragón que habitaba en una cueva cerca del río Guadiel, en las Peñas del Cardado y que provenía de Sierra Morena. El dragón era capaz de matar a las gentes sólo con el resuello de su boca a media legua, una característica propia de los basiliscos [1]. La leyenda asegura que santa Victoria de Tívoli expulsó a este dragón pues tenía aterrorizada a toda la región. La santa sólo tuvo que gritar al dragón para que se marchara [2]. La historia la recoge Gregorio López Pinto en el siglo XVII.

 

 


Friedrich Johann Justin Bertuch (1806).



[1] v. F.A. Linares Lucena. Caminando por la Historia. 2018.

[2] La historia recuerda al dragón expulsado por el apóstol Felipe de un templo de Marte en Escitia que tenía la capacidad de matar sólo con su aliento venenoso.

domingo, 17 de enero de 2021

Seres espectrales de España: Hombre de la capa negra (Cuenca)


En la localidad de Huélamo existe la leyenda de este pavoroso personaje que viste capa y sombrero de color negro.



Cuenta la leyenda que un tal Juan Manuel Merchante se coló de noche en el cementerio del pueblo para ganar una apuesta que hizo con unos amigos. En el cementerio debía dejar pruebas de haber llegado que demostrasen su valentía, lo que podrían comprobar sus amigos al día siguiente. Una vez allí, se encontró con un desconocido y oscuro personaje que pidió que le acompañase a La Serna. A la altura del llamado Alto de la Horca, Juan Manuel se percató de que el hombre comenzaba a despedir unas llamas azuladas y verdosas en manos y pies lo que le causó un intenso temor. En el camino acompañando a aquel ser se separó unos metros de este terrible personaje dándole una excusa para hacerlo. El hombre de la capa negra le advirtió que a la tercera palmada (o duodécima campanada según otra versión) que oyera volviese a su lado. Juan Manuel, a escondidas trató como pudo de regresar hacia su casa presa del pánico. Al volver la cabeza pudo ver al hombre de la capa negra acercándosele cada vez más con fuego en los ojos y desplegando en su espalda unas alas como de murciélago. Tras llegar a su casa y atrancar la puerta se puso a rezar para salir del trance. Al día siguiente vieron las marcas que dejaron las manos incendiadas de aquel en la puerta de madera de su casa[1].

En Murcia se ha recogido una leyenda similar sobre un ser al que llaman Diente Negro, que sería una especie de ser malvado con pies de ave que vestía hábito de fraile y que examinaba la fe de los viajeros. Según Juan F. Jordán, este ser también asusta a la gente que se refugia en su casa al verle, donde pueden ver las quemaduras que deja en las puertas de madera[2].

Estos seres recuerdan a los wraiths o espectros oscuros de folklore en otros países europeos.

 


Libro disponible aquí:

 



[1] v Mª.L.Vallejo Guijarro, El hombre de la capa negra, en Leyendas conquenses. 1987. Págs. 171-180.

[2] v. F. Jordán. El imaginario del viejo reino de Murcia. 2008.

miércoles, 6 de enero de 2021

Pueblos mitológicos de España: Los appellinos (transcripción)

 A continuación os muestro la transcripción de la leyenda incluida en la crónica de Fernández de Heredia sobre los appellinos o pastores appelinos, "clamados iberos":

Delos appellinos de qual tierra partieron primerament & por qual suspicion fueron echados de egipto.

Aquestos appellinos uinieron primerament de Sichia [1] la salvage en Egipto eran tres pueblos el un pueblo eran los egiptianos los quales eran naturales de la tierra. El segundo pueblo eran los hebreos que eran labradores. & menestrales de officios mecánicos que era pueblo estraño. & vinieron en el tiempo de Iosep el qual fizo venir su padre Iacob con todos sus fijos. & con toda su generación los quales fincaron en Egipto. entro al tiempo de Moyses. en aquel tiempo multiplicaron en grant multitud de pueblo. El tercero pueblo fueron los appellinos. los quales eran pastores. e gentes que abundaban en muchos ganados. o bestiares. E quando Moyses por mandamiento de Dios sacó el pueblo de los hebreos de Egipto. & passo los por la mar Roya. & el Rey faraón & partida de su gente que perseguien los hebreos murieron en la mar Roya los egiptianos que fincaron eran pocos & vidieron que el pueblo delos appellinos los quales eran pastores. & eran grant multitud de pueblo. & dubdaronse que se leuantasen contra ellos. & que se alçassen con el regno. & que echasen los egipcianos del regno. & que los appellinos se feziessen senyores de Egipto así que acordaron los egiptianos que fiziessen mandamiento a los appellinos que salliessen de la tierra. & queles desenbargassen el regno. & que sen fuessen a otra tierra a vivir.

 

Hicsos de Hermann Vogel

Como los appellinos acordaron de ir a habitar Espanya & quanto tiempo pusieron. & de la manera que tuuieron en el passatge. & apres como lexado el nombre que antiguament hauien fueron clamados yberos.

Los appellinos oído el mandamiento que les era fecho por los egipcianos aplegaron se todos en semble con lures ganados. & lures bienes & trobaronse en grant multitud de pueblo. & huyendo que Espanya en la mayor partida era desabitada. & que era tierra de grandes pastos de yerbas. & que auie muchas aguas. & que la una partida era tierra caliente. & la otra fría. así que acordaron de ir abitar en Espanya. & estuuieron en yr. de Egipto entro a Espanya. XIIII años & fueron por la costera de la mar africana. & leuauan uaxiellos de un fuste cauados en medio en manera de barcas que son dichos en uocable griego. monoxilos que quiere tanto dezir como un solo fuste. & tiraban los con cuerdas. & quando fazie fortuna en la mar saccabanlos en tierra. & quando fueron plegados al estrecho de Gibraltar en la partida de Çepta [2] trobaron gentes de mar que se acordaron con ellos. & dieron les la IIIIa. parte de lures bienes. & pasaron los en Espanya. estendieron se por la tierra. habitando entro a que fueron a la fuente de Ebro. & aquí habitaron la mayor partida. & fizieron cabo de sí mismos en la dicha fuente. & como primeramente se clamassen appellinos de aquella ora adelante. se clamaron yberos por la habitation de la fuente de Ebro. & aun hoy do son aquellas gentes en la ysla de Yrlanda la isla ha por su proprio nombre antiguo. Yrlanda. & las gentes. & el pueblo quey habitan han nombre yberos o yberneses. & algunos claman a la ysla Yrlanda. o Ybernia por el nombre del pueblo. & de las gentes que y habitan.

 

Como los appellinos salieron de espanya por temor de Hércules huyendo sus grandes crueldades & en qual parte fueron a abitar.

Estos appellinos aturaron en Espanya entró al tiempo que vino Hércules el grant en Espanya. el qual quando partio de Grecia. & passo por Asia. & por África. & las gentes huyeron decir las grandes guerras. & batallas & las grandes crueldades que fazia & como auie muerto Antheo el grant gigant de África. & por miedo del. no lo osaron esperar en Espanya. Et acordaron se todos ensemble que con lures ganados. & con lures bienes sende fuessen por la costera de la mar ocçeana. & fueron entro a el estrecho que es Picardia. & Ynglatierra. & aqui huvieron nauilios. & passaron en Inglaterra la qual avie nombre Belne. & pusieron le Albion. & habitaron la ysla de Escoçia que era desabitada. & pusieron le nombre Alba. & en estas dos yslas habitaron grant tiempo. Pero en algunas ystorias se troba que antes quelos iberos uiniessen en la ysla de Belne. ya y avia ovido población de gentes. los quales eran estados de las partidas de pito delas prouinçias de Gallia que agora es dicha Francia. 



[1] Escitia.

[2] Ceuta.

sábado, 2 de enero de 2021

La leyenda del rey Rocas y el dragón de Toledo

 Para todos aquellos a los que les interesen las leyendas. Ahí va el relato completo del rey Rocas y el dragón de Toledo de la Estoria de España de Alfonso X:



Capítulo sesto. Del rey Rocas e de las tierras que andovo por aprender las çiençias del mundo e de cómo falló la isla de Ferrezola, que después fue llamada Toledo.

..e fue nasçido en la postrimera provinçia de Asia en las casas más çercanas al paraíso terrenal un rey llamado por nonbre Rocas, varón muy sabio e muy virtuoso, cobdiçioso de las çiençias e de los estudios dellas. E tanto amó el aprender e alcançar la sabiduría que ovo por mejor partido de se trabajar por reinar sobre las çiençias que sobre la diversidad de las opiniones de las gentes, así que, con el  grandísimo deseo que avía del aprender, dexó todos sus reinos en poder de governadores, por quanto él aún non era de tal hedat de aver fijos que subçediesen su estado nin avía muger en qué. E partióse de sus reinos muy aforrado e desconosçido, e dióse a andar por el mundo. E tanto por él andudo que un día, pasando por el Oriente por un grandísimo desierto, falló setenta pilares gruesos e muy altos e muy fermosos a grand trecho uno de otro, conviene saber, los treinta de latón sobredorados e los quarenta de jaspe, onde e en cada qual de aquestos estavan en antigüedad escriptas letras de muy altas çiençias. E Rocas, por su despierto sentido, como conosçiese la esçelençia tanto grande de aquella profunda çiençia escrivióla toda en un libro que consigo traía en común de otros muy singulares saberes. E tanto se trabajó fasta que ninguna de aquellas çiençias le quedase por escrevir, por respecto de lo qual e por su delgado ingenio alcançando muy grande parte de los ocultos saberes y más deseadas çiençias de las gentes. E por aquella escriptura que consigo traía sabía muchas cosas de las pasadas e presentes e por venir. E tanto fazía por el su saber que cuidavan las gentes que fazía por sí mismo miraglos. E tanto que aquellas çiençias ovo entendido partióse muy bien contento, e prosiguiendo su intento tanto por el mundo andovo que, viniendo por aquellas partes que se dizen de Frigia e pasado en las partes de Frigia, onde a la sazón era un rey en aquellas partidas llamado Laumedón, fijo de Trous, el qual a muy grand priesa de gentes fazía labrar muy muchas piedras e cal para tornar a levantar los muros de Troya, después de la destruiçión, que destruidos e derribados fueron por el sobredicho rey Arneto…

…Por tal guisa allegó a una provinçia que se dize Italia, por do su natural e muy eloquente sentido conosçió la tierra onde él tenía los pies por tal modo que en aquella avía de ser una muy grande e famosa çibdad hedificada. E quisiera él allí prinçipiar la fundaçión de aquella obra, mas por se non detener puso allí un muy grande mármol e escrivió en él quatro letras cavadas enderredor que dezían Roma. Pero non se pobló tan çedo fasta que después vino Rómulo, que fue prinçipal rey e hedificador della, así junto de aquel mar en aquellas partes de Italia onde este dicho Rómulo e Romus, su hermano, fueron echados a morir por mandado de su padre. E quando Rocas ovo así acabada su obra, dióse a andar como solía fasta ser llegado aquí en estas nuestras Españas. Onde por ellas andando ovo nuevas de una isla que en las Españas era, la qual se dezía la isla de Ferrezola




Capítulo sétimo. De cómo el rey Rocas se ovo con el drago de la isla.

…E non mucho se detardó la su venida, ca bien aún Rocas non acabava de comer quando el espantable dragón se metía por la puerta de la cueva. Onde, como quier que algunos digan que los dragos lançan fuego por sus bocas, non es así de creer, más de lo que aqueste grande y espantable drago demostrava, ca segund d’él se recuenta que tan grandes eran los golpes de sus dientes unos con otros que las çentellas del bivo fuego que d’í surtían fazían tan altas sumas de resplandor que non paresçía menos que quando algund gran monte ardía…

..E debedes de saber que aquesta espantable isla acompañada de tan esquivas montañas e torneada del muy cabdaloso río de Tejo, cuyo nonbre de suso diz que se dezía la isla de Ferrezola, es aquella onde agora es la çibdad de Toledo hedificada. E aquella cueva onde Rocas con aquel grande drago morava era fecha onde agora es el alcáçar de Toledo




Capítulo octavo. De cómo Tarcus andando a monte falló al rey

….E Rocas ovo dos fijos en aquella su mujer: al mayor dezían Rocas, e al otro dezían Silupo. E bivió allí asaz tienpo en la conpaña de Tarcus fasta que Tarcus murió. E por bien de la su muerte quedó Rocas con sus fijos señor de todos sus bienes. E non pasó mucho tiempo que Rocas se non tornasse a la isla onde aquel grand drago estava, e dexando a su muger al cargo de su casa e fazienda, e llevó consigo a sus dos fijos Silupo e Rocas, que tenía bien enseñados, a la cueva del drago con aquellas cosas todas e conpañas todas que les fazían menester. E quando el drago los vido e su manera entendió ovo grand plazer con ellos y ellos con el drago. Pero Rocas entendió en el estado de sus fijos, ordenó de les fazer otra morada mejor e más a su voluntad posada y hedificó una torre sobre aquella misma cueva, la más alta e la más fuerte que ser pudo, en la qual puso a sus fijos con aquellas cosas que les fizo menester. E desque Rocas sintió que sus fijos eran grandes e muy sabios dexólos bien avisados amos en aquella torre, en la mejor orden que pudo y su madre allí con ellos, e bolvió para su tierra..



[1] Se refiere a la región de oeste de Anatolia.


Libro disponible aquí:




Creencias de España: las ánimas

 

Cuando se habla sobre ánimas se suele referir a las almas en pena o bien a las ánimas benditas del purgatorio. Es común encontrar leyendas y relatos sobre ellas en todo el territorio bajo diferentes apariencias y nombres[1]. En muchas regiones se argumenta que deben cumplirse todas aquellas promesas hechas a las ánimas benditas.

En Castilla y León existe la creencia sobre apariciones de ánimas durante la noche de Todos los Santos. En El Monte de las Ánimas, Bécquer relata la existencia de una procesión de muertos, a los que describe como esqueletos de antiguos nobles sorianos y caballeros templarios.

Existen leyendas que recogen apariciones de ánimas en numerosos sitios leoneses como Burón, Ponferrada, Sigüeya, Brugos de Fenar y Tremor de Arriba[2].

En Trébago (Soria) se cuenta una leyenda parecida a los relatos de Bécquer, en la cual se aparecen esqueletos de caballeros templarios, envueltos en los jirones raídos de sus sudarios y que cabalgan sobre corceles espectrales descendiendo del Monte de los Templarios durante la noche de difuntos. Estas ánimas imploran justicia durante la procesión por los crímenes cometidos contra ellos en vida. Aseguran que en ocasiones se han visto las huellas de los esqueletos en dirección a la cripta del convento[3]. En la Sierra del Madero (término de Valdegeña), en las ruinas de la ermita de San Andrés se dice que durante esa noche vagan esqueletos fantasmales con sudarios, armaduras, cadenas y espadas, asustando a cazadores nocturnos[4].

Carlos Villar Esparza recoge casos de encantados en el Campo de Montiel. Es el caso de Los Encantados de la Cruz del Aracieja, que son descritos como apariciones fantasmales que se creían sombras de ánimas en pena, reclamando promesas incumplidas.

En el cuento popular La aparición la noche de los Santos, recogido en la población de Matabuena (Segovia)[5], las ánimas reprenden al molinero que sale a faenar en días festivos mientras que en el cuento La aparición la Noche de las Ánimas, es la mujer fallecida la que ayuda al molinero en su trabajo.

En la población de Nuñomoral (Cáceres) se cuenta la historia de una procesión de ánimas en la que se portan huesos usados como candelas[6] y otras apariciones a caballo conocidas como cortejo de gente de muerte. En Las Hurdes las ánimas se aparecen en forma de animales blancos cuando tienen miedo a transmitir algo a los vivos o en forma de sábana blanca en caso contrario[7]. En Ahigal (Cáceres) se ambienta el cuento de la «Vela del Güeso», en el que una difunta que forma parte de una procesión de ánimas, que visten sudarios blancos y portan velas encendidas, otorga una candela a su hija para que encienda el horno[8].

En la zona de Priego, Las Hileras y Las Lagunillas  (Córdoba) ponían gachas en las cerraduras en la noche de Todos los Santos[9].  En Hellín y Moratalla (Murcia) son conocidas como semejas, visiones o sombras[10]. Juan F. Jordán también menciona al ánima sola, que moraría en la huerta murciana.

Otros fenómenos parecidos serían asociados a las luces populares, que en ocasiones se relaciona con las ánimas benditas. También se ha relacionado con los fuegos fatuos que se manifiestan como luces de color cambiante en pantanos y humedales a los que en ocasiones se asocia como espíritus malignos que tratan de extraviar a los caminantes[11].

 Archivo:In ictu oculi.jpg - Wikipedia, la enciclopedia libre

 In octu oculi. Obra de Juan de Valdés Leal

 

Esta y otras historias en:

https://www.amazon.es/Bestiario-Mitol%C3%B3gico-Espa%C3%B1a-Castilla-Le%C3%B3n/dp/8409182483/ref=sr_1_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&dchild=1&keywords=bestiario+mitologico&qid=1621806764&sr=8-1

 

 

 

 



[1] v. J. Lorenzo Fernández Fernández. El Culto a las ánimas, Devoción y disciplina. El ramo de ánimas de Abelón (Zamora).

[2] v. A. Turienzo Martínez. La brujería leonesa. Revista de Folklore 294. 2005.

[3] v. S. Lázaro e I. Lázaro. Leyenda de los Templarios. La Voz de Trébago. 2000.

[4] v. A. Almazán de Gracia. Guía de leyendas sorianas. Revista de Soria 4. 1994.

[5] v. A. M. Espinosa. Cuentos populares de Castilla y León de Tomo I. Págs. 405-406.

[6] v. F. Barroso. La figura juglaresca del tío Goyo, un arquetípico hurdano. Revista de Folklore 292. 2005

[7] v. F. Barroso. Apuntes sobre las Hurdes (aspectos etnográficos y antropológicos). Revista de Folklore 106. 1989.

[8] v. J.M. Domínguez Moreno. Fuegos rituales en Extremadura: Las Luces de Ánimas. Revista de Folklore 432.

[9] v. Mª del Pilar Villaverde Embid, Mitos y leyendas terroríficos: del mundo rural a la tradición urbana. Revista de Folklore 231. 2000.

[10] v. F. Jordán. El imaginario del viejo reino de Murcia. 2008.

[11] v. M.F. San Andrés y A. Monescillo. Mitología y superstición en La Mancha. 2014.

 

Pueblos mitológicos de España: Los appelinos

 

En alguna crónica medieval [1] se narra una breve historia sobre un antiguo pueblo procedente de Egipto. Se dice de ellos que eran un pueblo pastoril que tuvo que abandonar su país en busca de un territorio más apto para la ganadería. Es por ello que habrían recorrido el norte de África hasta llegar a la península ibérica, pues serían tierras más adecuadas para esta actividad. Se puede apreciar una similitud entre los appelinos y los hicsos que invadieron Egipto, pues a éstos también se les denominó como reyes pastores[2]. En la misma crónica se afirma que fueron los íberos en sus tiempos más antiguos.

Los hicsos llegaron a Egipto hacia el s. XVIII a.C. y sus gobernantes llegaron al poder en parte del país, permaneciendo en el mismo al menos más de cien años y fundando un par de dinastías. Se cree que los hicsos serían un pueblo procedente de Asia[3] y que habrían introducido el uso de carros de guerra tirados por caballos, armaduras de escamas, arcos compuestos y nuevas armas. También cabe la posibilidad de que se tratase de otro pueblo diferente a los hicsos o se trate de una mera leyenda. Recientes estudios genéticos comprobaron la afinidad entre poblaciones minoicas muy relacionadas con los hicsos y gentes del sur de España [4].






[1] En la Grant Crónica de Espanya, de Juan Fernández de Heredia.

[2] Otros lo traducen por pueblos pastores, pastores cautivos, señores de los países extranjeros. Quizá el mito de los bueyes de Gerión tenga alguna relación con estas narraciones medievales sobre los apellinos.

[3] Su origen aún es un misterio, considerándose diversas procedencias: indoeuropeos, cananeos, hititas, griegos, hurritas, etc. También se sabe que mantuvieron estrechas relaciones con el pueblo cretense.

[4] v. G. Díaz Montexano. ¿Proceden los minoicos del Atlántico?


Hadas en España: las ninfas




 Las ninfas son antiguas deidades menores que habitaban en la naturaleza. Son consideradas como una representación de la fertilidad y vida en ríos, lagos, montañas, bosques y florestas[1]. A diferencia de otros seres, como ondinas o sirenas, las ninfas se presentan como mujeres de apariencia normal. Existen varios tipos de ninfas dependiendo de su vinculación con distintos enclaves naturales.

Por un lado, se encuentran aquellas relacionadas con las aguas:

 

-          Oceánides Eran las ninfas de los océanos e hijas de los titanes Océano y Tetis, emparentadas con los oceánidas o dioses fluviales.

-          Náyades de las fuentes de agua dulce. Habitaban en pozos, fuentes, arroyuelos, manantiales y cualquier surtidero de agua de la tierra. Éstas a su vez se clasificaban por el tipo de fuente de agua en la que aparecían, como las náyades de los arroyos, las creneas de las fuentes[2], las heleades de las pantanos y marismas, las Limnades de lagos y lagunas, las pegeas de manantiales y las potámides de los ríos.

-          Nereidas eran las ninfas del Mar Mediterráneo, cincuenta hijas de Nereo y Doris en el Ponto y hermanas de Nerites, según Hesíodo. Se les dedicaban bosques sagrados y altares en la costa con el objetivo de garantizar travesías tranquilas y seguras.

 

Las relacionadas con la naturaleza:

-          Oréades, orestiades u oreia son ninfas de los montes y sus grutas, entre las que estaría Melisa.

-          Ailoníades, son las ninfas de los valles.

-          Napeas son ninfas que habitan los bosques, valles, montañas o cañadas. Entre las mismas se encuentran las oréadas en cumbres montañosas, las melíades en fresnos, las dríadas en encinares y las hamadríades.

 

Las que habitaban en los árboles:

 

-          Melíades o Melias son las ninfas de los fresnos. Hijas de Urano y Gea. Se las considera como las ninfas más antiguas.

-          Dríades y dríades alseides eran las ninfas de las selvas, bosques en general, praderas salvajes y las florestas. Se dice que surgieron del árbol de las Hespérides.

-          Hamadríades eran las ninfas de los bosques que nacían y morían con cada uno de los árboles.

 

Otras serían las relacionadas con otros accidentes de la naturaleza como las auloníades de los pastos de montaña y otras específicas de determinados lugares.

Relacionadas con el aire:

 

-          Sílfides. Espíritus elementales y ninfas del aire en relación con los dioses clásicos de los vientos. Son mencionadas en la obra de Paracelso por lo que quizá no tengan soporte mitológico antiguo.

 

En época romana abundaron los númenes acuáticos o ninfas que habitaban en fuentes y cursos de agua. En estas fuentes (algunas de aguas termales) se dedicaron aras o altares a las ninfas, por sus propiedades salutíferas que disfrutaron los ciudadanos hispanorromanos si bien se sabe que existieron baños termales de uso anterior a la invasión romana. En León se situaban las ninfas del Robledal o ninfas de la fuente del Amevcni[3] en Navatejera, donde se dedicó un ara votiva por parte de la Legio VII. En Sevilla se halla una Dominae ninfae y en Cáceres se encuentran las Ninphys Caparensibus, en Baños de Montemayor. Otros de los ninfeos conocidos en España y Portugal se encuentran el de Santa Eulalia de Bóveda, en Lugo; las Nymphae Fontis Amechi, en León; las Nymphae Varcilense, en Valtierra; las Nymphae Castecae, en Barrosa, al norte de Portugal; las Nimphis Silon y las Nymphae Tanitacuae, en Orense; las Nymphae Lapianae, cerca de Guimaraes y las ninfas de Niencebas.

Durante la Edad Media, se asoció a las dríades y ninfas de los bosques y el campo con la diosa Diana, conociéndose desde entonces como Dianas. Lo afirma así Macrobio en su Saturnales. Finalmente, su nombre derivaría o serviría para designar a las xanas, janas y anjanas, mientras que en las fuentes de agua se las sigue considerando como ninfas. Según San Martín Dumiense:

 

Muchos de estos demonios expulsados de la gloria que aún presiden en el mar, ríos, fuentes y selvas, a los cuales los hombres ignorantes que no conocen a Dios les hacen sacrificios. En el mar adoran a Neptuno; en los ríos a las lamias; en las fuentes a las ninfas y en las selvas a Dianas.[4]

 

Como apoyo a estos planteamientos tenemos lo dicho por Sebastián de Covarrubias, quien identifica a las hadas y mujeres encantadas con las antiguas ninfas. Si bien en muchas ocasiones las características de unas se confunden con las de las otras y a su vez se añaden elementos medievales y posteriores, lo que hace difícil seguir la pista de sus orígenes. Teniendo en cuenta todos estos testimonios, puede establecerse una equivalencia entre las antiguas deidades de la naturaleza de la Edad Antigua y el Medievo con los seres mitológicos populares de hoy en día.

 


 

 

Libro disponible aquí:




[1] En la Teogonía de Hesíodo se las denomina diosas que habitan en los boscosos montes.

[2] También las camenas o camenae.

[3] v. M. Díez Alonso. Mitos y leyendas de la tiera leonesa. 1982.

[4] San Martín de Braga. De correctione Rusticorum.


Dragones en la mitología española: Dragón Ladón del jardín de las Hespérides

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