Se trata de un dragón mencionado en un relato corto de tintes lovecraftianos que habitaba en una cueva de Almería[1]. Cerca del río Adra se encuentra el cauce del Guadalfeo. Según Pascual Madoz[2], en el siglo XVI se conocía al río Guadalfeo como el río de la Sierpe, y las angosturas de la loma de Jubiley y la del tajo de los Vados se conocía como la Boca o Garganta del dragón (en Órgiva), cerca de donde se ha venido celebrando la contemporánea fiesta del dragón. A pesar de la concentración de toponímicos sobre dragones en esta zona no se ha encontrado ninguna referencia a alguna leyenda popular o antigua sobre dragones, sierpes o cuélebres en la zona. Sin embargo, Joaquín Costa creyó ver una interesante relación entre el Guadalfeo y el Alfeo griego, cuyo afluente sería el Ladón, nombre del dragón que custodiaba el árbol de las manzanas doradas[3]. Con tanta evidencia en las cercanías se podría inferir la presencia de una leyenda sobre un dragón en la zona en tiempos pasados.
[1] v.
F. Fernández Benavides. Las leyendas de Abdera. El dragón de Abdera y quince
más. 1984.
[2] v.
P. Madoz. Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus
posesiones de ultramar. 1847.
[3] v.
J. Costa. Estudios Ibéricos. 1891-1895.
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